El consumo de la energía ha bajado de forma considerable en todos los sectores económicos españoles desde la irrupción de la crisis económica en el año 2007. Uno de los sectores donde esta disminución ha sido muy considerable es en el sector residencial/doméstico. Se puede hablar de un descenso cercano al 15 % en el consumo de la energía en los hogares españoles desde los primeros años de este siglo al momento actual. Esta reducción ha venido motivada por cuestiones puramente económicas y ha mermado la calidad de vida en muchos hogares. Este hecho ha venido en llamarse: "pobreza energética".
Lo que nos ha sorprendido a todos es que en esta fase en la que el consumo energético es menor, el importe del recibo de luz no ha hecho más que crecer y crecer de forma considerable, sin que seamos capaces de entender el por qué.
Analicemos nuestro recibo de la luz. Tiene dos conceptos muy importantes que junto a los impuestos de IVA (21%) y el impuesto especial de la energía (5,17%), determinan el importe final:
La potencia es básicamente el máximo de electricidad que puedes consumir en un mismo momento. Esta necesidad depende de la gestión que hagas de tu forma de consumir, y de la eficiencia de nuestros equipos o de otra forma, de que no pongas muchos equipos, instalaciones o electrodomésticos al mismo tiempo, y procurar que su potencia nominal sea lo más ajustada posible
La energía consumida es el consumo energético que realizamos en función de la eficiencia de nuestros equipos eléctricos, y el tiempo que los tengamos en marcha.
Con la crisis muchos hogares españoles dejaron de consumir electricidad de forma importante, ésto redujo el importe del recibo de luz. Las compañías eléctricas que habían hecho importantes inversiones en los tiempos de bonanza, dijeron que los números no salían y que el famoso déficit de tarifa estaba disparándose de nuevo, ya que los gastos fijos crecían mucho y reclamaron al Gobierno. Podemos imaginar lo que ocurrió.
En el verano de 2013 se cambia la estructura de pago del recibo de luz. Hasta ese fecha la parte fija, potencia, suponía el 35% del coste del recibo y la variable, energía, el 65%. Al año siguiente la parte fija sube al 60% y la variable al 40%. De esta forma los ahorros en la factura motivados por un menor consumo, bien porque se dejara de consumir o porque se había mejorado la eficiencia energética de los equipos, se iba al traste y con ello muchas inversiones particulares en mejora de equipos. Cabe un consuelo, aquellos que no aplicaron estas medidas pagarán un montón más que nosotros. Algunos de estos pueden ser gente a los que no importe esta partida de gasto doméstico, pero muchos de ellos son hogares que por desconocimiento, o incapacidad no pueden acometer inversiones de eficiencia, y sólo les queda reducir el consumo...
Lo importante a partir de este momento es demandar la menor potencia posible para que la parte fija del recibo sea lo menor posible.El incremento en el coste del recibo de luz que supuso este cambio fue del 60% para todas las viviendas de segunda residencia y las desocupadas.
Bueno ya sabemos un motivo por el que nos ha subido el recibo de luz.
Si nos fijamos en la potencia que figura en el recibo puede parecer extraña ya que contiene decimales, 2,2 kW; 3,45 kW; 5,75 kW...., y va a saltos (Existe una tabla oficial de potencias normalizadas por Resolucion de Septiembre de 2006). Esto es debido a que para controlar la potencia contratada existían unos elementos electromecánicos, el famoso ICP, que tenía que ajustarse a unos calibres concretos y que se colocaba dentro, o en una cajita externa junto al cuadro de protección general de la vivienda. Seguro que muchos de nosotros lo recordamos ya que también supuso un desembolso de dinero para algo que no entendíamos en ese momento. Este "aparato" hacía que se desconectara la instalación eléctrica cuando se sobrepasaba la potencia contratada y nos dejaba sin luz. Ahora mismo las compañías eléctricas están en plena campaña de cambio de contadores. Se sustituye el contador tradicional por uno nuevo con telegestión que facilita la lectura y control a distancia del mismo, los famosos "contadores inteligentes". Este nuevo contador dispone de un elemento electrónico que controla la potencia watio a watio con lo que ya no es necesario el ICP y por tanto no haría falta que nuestra potencia contratada se ajuste a unos valores predefinidos. Se puede controlar y limitar la potencia que se necesita de forma exacta. O dicho de otra manera, nos podrían cobrar la potencia que en cada periodo hemos requerido con el fin de no gravarnos de forma permanente.
Como vemos, alrededor del término de potencia hay muchas cosas manifiestamente mejorables. Eran así en un momento dado en que la técnica no estaba tan desarrollada, ahora lo está y por tanto debemos de exigir a nuestros gobernantes que hagan los cambios necesarios para que se incorporen a la vida cotidiana, en beneficio de los ciudadanos y no solo de las grandes empresas eléctricas ( o del sistema eléctrico, como se suele llamar eufemísticamente) como esta ocurriendo en la actualidad.
Desconfiar de cantos de sirena de quien te ofrece manipular tu contador para pagar menos, Al margen de que las compañías eléctricas lo detectan mas rápido de lo que quisieras y te puede costar muy caro, es igualmente injusto que nadie deje de pagar por lo que gasta, ya que de alguna forma lo terminaremos pagando los que pagamos.
Mi recomendación es acudir un profesional cualificado en estos temas; en APEME hay muchos y grandes profesionales que dominan estas cuestiones, Asesores Energéticos APEME, o si prefieres accede a nuestro buscador por especialidades "Empresas de servicios energéticos", que pueden extraer de los nuevos contadores información sobre los consumos y potencia que demanda el cliente y poder realizar una contratación adecuada a los intereses del usuario y no de la compañía eléctrica como está ocurriendo en muchos casos.
Particularmente atendería a una sencilla regla: si durante el año no te salta el "control de potencia" una o dos veces, es muy probable que tengas un exceso de potencia contratado.
Junto a este profesional es necesario disponer de una comercializadora eléctrica fiable, trasparente y solvente a la que podamos confiar nuestro suministro eléctrico. Cuando todas las compañías han recurrido a sistemas en la red, "call centers", etc... APEME, apostó, por un nuevo modelo de comercializadora donde cada uno de nuestros instaladores es tu comercial personal, el mismo que te ampliará la instalación, o te resolverá la avería de las luces, al que ves con asiduidad, y vive cerca de tí, ahora puede ser tu comercial de la luz, a través de FENIE ENERGÍA. Esta es la compañía de los instaladores eléctricos que velan y se preocupan para que sus clientes puedan ahorra en su recibo de luz.
Tengamos en cuenta que la potencia que tenemos contratada en España entre todos los consumidores es un 33% mayor que la que hay realmente instalada para producir energía, lo cual quiere decir a todas luces que hay muchos que tienen potencia contratada en exceso.
Os recomiendo echarle un vistazo a nuestro "uno de cuatro hogares no sabe qué potencia tiene contratada".
Veamos un ejemplo real de una vivienda con 5,5 kW de potencia contratada, en la que solo vive una persona. Por el equipamiento de la vivienda parece que la potencia es la adecuada, pero tal como hemos dicho la potencia es una cuestión de simultaneidades y eficiencia de los equipos.
Extraemos los datos del contador y obtenemos la gráfica adjunta. Este usuario tiene un exceso de potencia contratada y puede reducirla sin problema a 4,6 kW, que es el escalón de potencia inferior.
Esto le supondría un ahorro anual de 47,29 €,
Tambien hay que aprovechar las ofertas comerciales. Si además de la reducción cambiamos el suministro a FENIE ENERGÍA, operación que no tiene ningún coste para el cliente, tendrá un ahorro adicional de 23 €, con lo que habremos reducido el importe de nuestro recibo en mas de 70 € al año, sin modificar ningún habito de consumo ni de calidad de vida.
El coste de cualquier modificación de potencia para el consumidor doméstico es de 11 € . Es lo que la compañía se embolsa por "costes" de operación al respecto ¿?!! .Viene regulado por BOE y se denomina "derechos por operaciones en la medida", o "derechos de enganche" de forma coloquial, y aunque no enganchen nada.
OJO: si reducimos de más y luego precisamos aumentar de nuevo la potencia, tendremos que pagar de nuevo los 11 € por realizar cualquier modificación mas 23 € por cada kW que pretendamos recuperar. Así que si no se hace esta operación con seguridad, puede resultar que en vez de ahorrar salgamos perdiendo. Mi consejo es que acuda a los profesional APEME, que no es que sean "santos", o les guste trabajar de forma altruista, es que desean que seamos sus clientes habituales del pueblo o ciudad donde viven y trabajan, y por lo tanto tienen mucho que ganar o perder según hagan bien o mal su trabajo.